sábado, 15 de agosto de 2015

LUNA MORTAL

Autor: ROAZ

Mi piel estaba casi quebrada por el frío, sin embargo no podía dejarme vencer, el vapor de mi aliento era lo único que parecía calentar ese frígido y sepulcral ambiente, siento que él olfatea cada una de mis exhalaciones ¿será este mi último momento en este mundo de vivos?
Esta es la tercera semana que vivo en la calle de La Recoleta, en uno de los cuartos del abandonado Tambo de Ruelas, durante los días vivo, porque en las noches es diferente. Todo empezó con un crujir de maderas, pensé que era solo la temperatura que hace que las casas viejas suenen por todas partes, luego, cada noche, esto iba en aumento, el crujir se convirtió en muebles arrastrándose, en puertas cerrándose intempestivamente.
Todo fue más fuerte cuando empezó el cuarto creciente de la luna, eso fue la semana pasada, empecé a sentir pasos, yo estaba solo en la enorme estructura, el temor y la curiosidad se mezclaban, salí del cuarto, pisando las oscilantes tablas del balcón del tercer piso intenté hallar donde se iniciaba todo, no debí hacerlo.
Poco a poco bajé por las escaleras alumbrado por una vela, cada vez sentía más fuerte los pasos de pies pesados que se arrastraban por el piso de piedra del primer nivel, tuve miedo al llegar al último escalón, apenas asomé la mirada al zaguán los pasos se detuvieron, no vi nada y me tranquilicé, un segundo después sentí que alguien respiraba en mi nuca, no quise voltear a ver.
¿QUÉ HACES AQUÍ?  AHORA ME LLEVARÉ TU ALMA, HAHAHAHA, dijo una voz tan intensa como brutal, solté la vela y corrí, corrí atravesando el patio mientras ese algo me seguía florando, con esa risa escalofriante…empezó a gritar mi nombre – RICARDOOOOOO HAHAHAAAAAAAA – se divertía ese espectro demoníaco, ingresé a un cuarto con cerrojos de hierro forjado y se detuvo, permanecí toda la noche ahí, en la completa oscuridad.
Desde entonces, cada noche de esta semana me ha estado persiguiendo, gritando mi nombre, nunca logré verlo hasta hoy, noche de luna llena, hoy se me presentó apenas apareció el primer rayo de luna por el Pichu Pichu, la luz plateada ingresó por la ventana de mi cuarto y lo vi en el rincón de la habitación - AHORA ERES MÍO – dijo y empezó a perseguirme.
No puedo dejarlo atrás, no lo detiene ya el hierro forjado, destruye todo lo que encuentra a su paso -TU ALMA ES MÍA - no deja de repetir, logre llegar hasta un pórtico de piedra escondido bajo las escaleras principales, hace mucho frío, él está afuera, pasa del patio al zaguán y regresa, no puede encontrarme, temo que mi respiración me delate.

Un momento, ya no siento sus pasos…creo que por fin se ha ido… - AHORA ERES MÍOOOOO HAHAHAHA….

martes, 13 de noviembre de 2012

Mis demonios y yo

La intranquilidad que me provocaba la oscuridad y mi dificultad para respirar me hizo entender que nuevamente estaba bajo su presencia, mi corazón empezó a latir más rápido, mi desesperación mucho más, sentía que sus frías garras empezaban a tocar mi espalda, mientras una sonrrisa de ultratumba empezaba a hacer eco en mis oídos, entendí que me había seguido, que no me dejó ni lo dejé allá, en esa cripta que visité noches atrás.

 Mi cuerpo, casi paralizado, sin fuerzas para gritar y con impedimento explícito de relajarme, solo respondió con un leve movimiento de ojos, y pude verlo, otra vez, su pequeño cuerpo oscuro, sus escamas brillosas a la luz que entraba por la pequeña ventana, sus alas empezaron a brotar de las sombras, sus escasos 50 centímetros no justificaban el gran peso que ejercía sobre mi, se dio cuenta que lo vi, me mostró sus colmillos mientras me miraba fijamamente a los ojos, luego saltó y desapareció en la penumbra, solo entonces pude respirar y empecé a recuperar el movimiento de mi cuerpo, me levanté, encendí la luz y no volví a dormir... (ocurrido hace 48 horas)

viernes, 26 de octubre de 2012

Tecnología Vs. Dios

Cada vez que te escucho por el móvil agradezco a la tecnología el no tener que esperar a verte para endulzarme con tu voz, cada vez que veo tu imagen en internet, reverencio a los genios que crearon esta red que me permiten hundirme en tus ojos y perderme en tus pupilas pese a no tenerte en frente mio, y cada vez que puedo sentir tu piel, oir tu voz en vivo, ver tus ojos, sentir tu aroma y abrazarte, agradezco a Dios el haberte creado y haber permitido que nuestros caminos se crucen, pues de esta mezcla de vidas el único resultado, pese a todo, solo se obtiene felicidad.....


jueves, 25 de octubre de 2012

Oda a ti

Sólo tu eres quien hace circular mi sangre a más de mil km/h, mi corazón solo acierta a detenerse cuando te veo y vuelve a funcionar cuando tus labios tocan mi piel, pero en ese instante mis retinas se contraen y mi respiración se detiene, un "escalos fríos" recorre por mi cuerpo cuando me tomas de la mano, entonces vuelvo a ver, entonces vuelvo a respirar...


jueves, 20 de septiembre de 2012

El Puente de Diablo


Pacto “mi alma por más vida”

La astucia del Arequipeño engaña hasta a Satanás...

(recopilación)

Rubén Aguilar Z.

Hacía frío, una oscurecida tarde de agosto dejaba ver el último rayo naranja del sol en el horizonte, el redil de pequeñas ventanas y anchos muros apenas dejaba escuchar lo quejidos del joven sastre Benigno, buen esposo y padre responsable, las fiestas en el pueblo de Uchumayo habían causado su soledad aquel ocaso, su esposa y su pequeña hija lo dejaron descansando con su intenso resfrío para irse a visitar a la familia al otro lado del río.
Que solitario se sentía el ambiente en El Huayco, las pisadas de las vacas sobre el encilado se sentían como un crujir de papel arrugado en el oído, de pronto el sol ocultó su luz y dio paso completo a las sombras, la luna llena disfrazaba de plata las cantarillas, y Benigno sentía que no podía más, su intenso resfrío no era otra cosa que una fulminante pulmonía y ya estaba causando sus efectos, la fuerte tos y la dificultad para volver a inhalar e aire solo anunciaba una cosa. la muerte.
Una gota de sudor frío surcaba su frente con dirección a la almohada, el vapor saliendo por su boca lo acercaba cada vez más al final, en su último segundo consciente solo pensó – dejaré solo a mi mujer, a mi hija, no envejeceré al lado de mis amores, le vendería mi alma al Diablo y tener una oportunidad más para quererlas, amarlas, estar al lado de ellas… - en un breve suspiro se le fue la vida… 
¡¡¡Despierta!!! Le gritó una voz aguardientosa, muy áspera, el fenecido cuerpo volvió a la vida. Una gran interrogante se dibujaba en el rostro del sastre. Se levantó y volteó a ver el origen de la voz que lo devolvió a la vida, sus ojos se abrieron cual lámparas de carburo, hubiera empalidecido si estaría completamente vivo, pero no lo estaba.
- ¿En verdad estás dispuesto a dar tu alma?
- Sí y lo sostengo – dijo el moribundo.
- Umm, te ofrezco un trato, un año más de vida.
- ¿Qué quieres a cambio?
- ya lo has mencionado, tu alma. Así tendrás mucho tiempo para despedirte de ellas dignamente.
- Está bien, ¿dónde firmo?
 Una risa resonante y grabe retumbó los muros de quincha, era de satisfacción, un contrato firmado con una gota de sangre le aseguró al “Sajra” el alma del sastre.
Fue un año próspero, Benigno tuvo buenas cosechas, tuvo más trabajo de sastre que nunca, su familia estaba feliz. 365 días después del trato, nuevamente el sastre quedó solo en su hogar, esta vez por voluntad propia, pues esperaba visitas.
Nuevamente al atardecer, unos pesados pasos y el frío ambiente anunciaban la presencia del demonio – Hola Benigno, vengo a reclamar tu alma – dijo con su voz de ultratumba, el sastre se puso nervioso, pero pensó: “el Diablo por ser Diablo es seguro que le gustan las apuestas, le haré una que no podrá ganar”. Estoy dispuesto a pagar mi deuda, sin embargo no sé si te gustaría jugar un todo por el todo. Satanás lo vio fijamente – te escucho – le dijo.
-Yo te daré mi alma solo asegurándome que tú eres el Diablo, puede que seas solo uno de sus tantos súbditos que él tiene regados por el mundo y no quiero ser estafado.
-¿Estás dudando de mí?
-No, solo quiero asegurarme. Al ser el poderoso Rey de las Tinieblas imagino que no temerás que te haga una apuesta.
- ¿Una apuesta?- dijo mientras se tocaba la tosca barba – Acepto.
- Entonces te reto a que construyas un puente que cruce el Chili desde Uchumayo hasta el Huayco, tu sabes, ya que moriré quiero que mi esposa y mi hija lleguen pronto a casa y de la manera más segura a enterrarme.
- jajajajajajaaja eso es algo muy sencillo de hacer, recuerda quién soy.
-Bueno no es todo, puedes empezar de una vez, pero tendrás que acabar el puente antes que cante el gallo.
- Acepto tus términos, jajajajajaja, solo prolongas tu viaje, pero te daré gusto.
Tras tanto diálogo y acuerdos ya casi era la media noche, el sastre pensó que el Diablo no podría acabar, ya que tenía que ir hasta Añashuayco por el sillar, tallar cada bloque y hacer la mezcla de cal, sin embargo para asegurarse decidió espiarlo.
Sorprendido observó que Lucifer pronto tuvo el material a la orilla del río, y que ya se predisponía a hacer la mezcla, miró su reloj de leontina, ya eran las tres de la mañana y tenía listos los cimientos – tengo que hacer algo – dijo al ver que su treta no funcionaría.
El sastre ya sentía su alma fuera de su cuerpo por el temor a la muerte cuando de pronto una sonrisa casi diabólica se dibujó en su rostro, rápidamente corrió a juntar todos los espejos posibles, los de su casa, los de la casa de sus vecinos, vidrios rotos también servirían, formó un complicado apilamiento de cristales frente a las jabas de los gallos y encendió una lámpara de carburo, la luz se reflejó cada vez más intensa en cada vidrio, los aleteos le anunciaron al sastre que su idea funcionó y pronto sonó el primer kikirikiiiiiiii, el Diablo que ya había construido la mitad del puente no podía creer que estaba a punto de amanecer y consciente de haber perdido la apuesta simplemente desapareció, dejando el “Medio Puente”, que pese a haberse intentado terminar por mano humana, siempre colapsó dejando solo lo hecho por el Señor de la Oscuridad.
Carta del Infierno
Benigno, al llegar al infierno noté que faltaba mucho para amanecer, te devuelvo tu alma ya que fuiste el único ser humano que me ha logrado engañar, hoy sé que no volveré a hacer tratos con arequipeños que tienen el alma de hierro forjado, el corazón lleno de lava del Misti y sobre todo la astucia del chirote, espero tengas larga vida y saludos a tu esposa e hija, tus dos hermosos texaos.
El Diablo.

martes, 31 de enero de 2012

VENENO


(ciclo completo de recuperación)

ROAZ/AQP

Nuevamente me siento perdido, fui sentenciado sin juicio por algo que no cometí, perdí mi tranquilidad, me falta el aire y me sobra la cafeina, necesito partir, espero que sea pronto.

¿Sabes? Te extraño más de lo que admito, te amo más de lo que puedo entender, te respiro desde mis recuerdos, te quiero borrar de mi mente pero vuelves a aparecer, necesito partir y no volver, no volver a sentirte en mi, escuchando el eco de tu sonrisa en las paredes de mi cráneo, sintiendo el recuerdo de tus burdas caricias en mi piel, tus besos vacíos que tanto me llenaban, tu amor que nunca existió.

Autodestrucción, naturaleza humana, tu eres mi veneno, quien me carcome desde adentro, sin control, sin piedad, sin saberlo, ¿sin quererlo? No lo sé, sin embargo ocurre, y, aunque no lo quiera no deja de ocurrir, pero Sabes? Me siento bien, porque empiezo a entender que es mejor partir, partir y no volver, no volver y empezar denuevo, no será la primera vez, y tal vez no sea la última pero sé que de esto, aún no moriré.

Veneno, no me arrepiento de haberte bebido, el éxtasis de sentirte en mi garganta no podré olvidarlo, tu tránsito por mi pecho hasta mi estómago, de terminar en mis entrañas en un interminable cosquilleo, el adormecimiento de mi piel, finalmente el dolor de la destrucción de mi ser y de la lenta recuperación de mi alma, no tengo fuerzas, sin embargo si pudiera beberte de nuevo lo haría sin temor a estar nuevamente cerca de esta oscuridad en la que me encontré perdido.

Veneno, hoy dormiré en tu recuerdo, en tu voz, en tu olvido, en tu obnulación, en tu deseo de desaparecerme de tu vida; hoy no dormiré, por que me levanté para partir, para luchar y respirar aire puro, beber agua clara, alimentarme de fruta pura, para descontaminarme, hoy te digo adios, hoy parto para estar vivo de nuevo, una vez más cual ave fénix, renazco de mis cenizas, pues me estoy liberando del peso de tu recuerdo y estoy entrando en la ligereza de una nueva vida, adios. Veneno.

jueves, 11 de agosto de 2011

Los Huesitos

ROAZ.

Caminado del puente Bolognesi hacia Umacollo, existe un pasadizo llamado antiguamente El Pasaje de Los Huesitos, es fácil llegar, está al borde del acantilado del río Chili, bordeando lo que antes se conocía como el Club Alemán.

En la hora nona, cientos de niños se ven jugando a los trompos y a bolas, caretas, al ñoco, al tejo, a la liguita y a la soga también, sus risas casi de ultratumba retumban en las casonas y se confunden con el arrullar de las aguas del Chili, los sauces que bordean las orillas del afluente son el hogar de las almas de los infantes no nacidos y de los asesinados al nacer por el pecado de sus padres.

Dios, en su divina misericordia, los deja salir del limbo y tomar sus formas humanas para que disfruten del regalo de la vida y de la felicidad de ser niños. Cuando su tiempo pasa, un gallo dorado aparece en la baranda del Puente Bolognesi; en su primer canto, las almas abandonan sus cuerpos y estos caen abruptamente al suelo; el segundo canto, los empieza a secar hasta los huesos; y el tercero, los sumerge nuevamente en la tierra que esconde el secreto de sus muertes; en ese instante, el gallo cae a las turbulentas aguas del río para renacer en la siguiente madrugada y así los niños negados culminen nuevamente el tétrico recreo.

miércoles, 10 de agosto de 2011

El diablo


Rubén O. Aguilar Zavaleta

En cada madrugada, en la hora nona, que no son las 12 de la noche como creen muchos, sino entre las tres y cuatro de la mañana, cuando todos los santos y ángeles dan una pestañeada, se escuchan ruidos extraños en la Catedral de Arequipa. Todo empieza con un leve crujir de maderas, “tac” es el inicio de ondas sonoras replicadas con el eco, luego sigue un largo rechinado asemejado a un quejido, es el diablo, él permanece atado bajo el púlpito de la iglesia, e intenta liberarse de su condena divina para volver a su reino de tinieblas.

Casi espontáneamente, su cabeza humana empieza a balancearse de un lado a otro mientras sus ojos sobresalen en señal de desesperación, su cola de dragón se agita intensamente golpeando las bancas de la Catedral. Se convierte en un ser de carne y hueso, y tras varios minutos de lucha, logra escapar, cuidadosamente se arrastra por el pasaje derecho del salón principal y sale usando la puerta casi desapercibida que existe al pie de la torre del reloj; casi en silencio, se dirige al atrio de la casa religiosa.

Tiene miedo, el corazón de brasa le hierve hasta encender sus ojos, el hierro forjado de las rejas que rodean la catedral evitan que logre su satánico objetivo, pero su temor a seguir encerrado sin hacer sus diabluras lo impulsa a una última estrategia, dejar una marca para que sus demoníacos súbditos sepan dónde está y vengan a rescatarlo. Cuidadosa y acrobáticamente estira su brazo izquierdo entre los barrotes, haciendo que la uña de su dedo índice  alcance una de las rocas de la vereda, fundiéndola, dibuja una serpiente y una manzana, “soy yo, el iniciador del pecado” significa el mensaje.

Cuando termina de dibujar, levemente su brazo toca uno de los barrotes causándole un insoportable dolor, automáticamente las campanas suenan y los santos despiertan asustados, “¿Por qué duermen cuando deberían estar rezando?”, pregunta una misteriosa voz mientras el tragaluz principal se ilumina como si fuera mediodía,  develando que el diablo ha huido, afuera satanás no resiste más el dolor causado por el hierro y suelta un grito, en ese instante un poderoso viento lo lleva nuevamente a su prisión: Mientras se constituye nuevamente en madera, se le oye susurrar: “Mañana, llegará nuevamente la oscuridad”.

Diálogo en el Tambo de Ruelas


De Melgar a la guerra con Chile

“En la ciudad hay muchas casonas y hasta simples rejas de hierro forjado que son factores muy importantes y determinantes para la historia de Arequipa…”

Rubén Aguilar Zavaleta

La madera crujía bajo mis pies mientras se balanceaba en un sube y baja a cada paso que daba, el balcón del tercer piso parecía vencerse con mis escasos 30 kilos, pero su calidad de pino inglés no le permitió rajarse. Mi padre, don Rubén Aguilar Peláez, permanecía apoyado en la baranda mientras yo aún jugaba en cada tabla que sobrevivió más de 400 años clavada e insertada en anchísimos muros de sillar.

- En este piso crecieron y se guardaron los sentimientos secretos de Mariano Melgar – dijo él, rompiendo el silencio arrullado por el sonido del viento que atravesaba las viejas calaminas del Tambo de Ruelas.

Tras sus palabras, mi juego en las desgastadas tablas terminó en una mirada atenta.

Cuando los españoles aún dominaban el Perú y tenían una importante presencia en Arequipa, nació Mariano Melgar – detalló en su relato – en su juventud él se enamoró de su prima, María de los Santos Corrales, pero su timidez hizo que jamás le mencionara sus sentimientos, sin embargo no podía reprimir la inspiración que ella generaba, así que la rebautizó como Silvia, y así, él creó yaravíes y poemas que aún se cantan con gran sentimiento en las tabernas, talabarterías y fábricas de guitarras del Puente Bolognesi.

- ¿Pero, por qué dices que aquí crecieron y se guardaron sus sentimientos? – pregunté intentando decirle que también conocía la historia de Melgar y Silvia, pero que en ningún libro se mencionaba al Tambo de Ruelas.

En la ciudad hay muchas casonas y hasta simples rejas de hierro forjado que son factores muy importantes y determinantes para la historia de Arequipa. Tras descubrir sus sentimientos –retomo el relato- Melgar venía constantemente a este tambo, trayendo su guitarra en manos y algunas hojas en caso le brotara alguna inspiración y se sentaba en aquella ventana - caminamos hacia ella mientras continuaba hablando – ¿ves aquel balcón? – Asentí con la cabeza – su Silvia solía sentarse ahí cada tarde a peinar su larga cabellera, desde aquí él podía verla sin ser sorprendido - una paloma salió abruptamente de un agujero en la pared y me abracé de su cintura, él sonrió y salimos del zaguán que alberga a “la ventana de Silvia”.

Un leve temblor hizo que la casona se balancee tanto que parecía un terremoto en aquel piso, mi padre, sereno como siempre, me invitó a caminar hacia el segundo nivel, mientras, yo enloquecía en la desesperación del susto – tranquilo, si corres te puede caer un sillar en la cabeza y pum, ahí nomás quedas – me tomó la mano para evitar que salga huyendo y bajamos al balcón del segundo piso, al final de este hay un techo despejado y abovedado, según mi padre, muy seguro en caso se repitiera el temblor, reparé en el torreón que permite ver toda la ciudad y la bajada de los puentes Bolognesi y Grau, además de todas las desembocaduras de calle a la ahora avenida La Marina.

Desde aquí los arequipeños realizaron estrategias en sus intentos de recuperar sus tierras de la ocupación chilena, -dijo él, al ver la curiosidad en mis pupilas - era en los tiempos de la Guerra del Pacífico y los “rotos”(1) estaban por todas partes en la ciudad, habían tomado Yarabamba, Quequeña, Characato, Socabaya, Chiguata, Paucarpata, Miraflores y todo el centro, pero aquí, en la “chimba”(2) les fue difícil porque tenían que chimbar(3) el rio, que en ese entonces era más caudaloso, o usar los dos únicos puentes que habían para este lado, en ambos casos se evitaba con una escopeta en mano, pero más frecuentemente con una “cacha”(4) y buena puntería.

En muchas ocasiones lograron replegar al enemigo tras ataques inesperados, pero la superioridad en armas de los chilenos era notable, sin embargo el amor de los arequipeños a su tierra era aún más, por eso nunca dejaron de luchar, incluso cuando el Ejército Peruano entregó sus armas tras el tratado de Paucarpata, que además no fue reconocido por los chilenos, todos los días habían revueltas, entre ellas la más intensa fue la de Quequeña y Yarabamba donde fueron fusilados diez héroes.

Mientras lo escuchaba, mi sangre hervía al punto de la lava del Misti, deseaba con todas mis fuerzas haber nacido en esos tiempos y luchar por mi Arequipa, a mis escasos 10 años en aquel entonces habría sido un soldado o un revoltoso luchador contra las fuerzas de los rotos, mi frustración se tradujo en amor a mí terruño y en orgullo de haber nacido “…al pie de un volcán”.

Sin darme cuenta, el relato bélico había borrado por completo de mi mente y de mi cuerpo el sismo ocurrido minutos atrás, mis manos y piernas habían dejado de temblar, ahora solo quería cuidar a mi ciudad, amaba cada sillar superpuesto uno sobre otro, en anchos muros tallados y llanos, cada piso de madera y techo abovedado o de calamina, cada farol colgado en las angostas calles, cada macetero con geranios colgado en los pórticos, cada piedra de las veredas del cercado, cada palmera de las plazas de los distritos, cada quebrada de mi volcán.

Un sonido extraño venido de una ventana que llevaba a la oscuridad rompió mi concentrado sentimiento, me asusté, las horas habían avanzado y el cielo pasaba del naranja en el occidente al azul oscuro en el oriente, con la valentía que me dejó el relato anterior pregunté - ¿Qué es eso? – Sentí la cálida mano de mi padre en mi cuello y el miedo se fue por completo, su áspera voz varonil se adornó con una sonrisa sombreada por su cano bigote – es una paloma – respondió – seguro tiene su nido en esta cuartón – intentó explicar. Nuevamente una gran interrogante se dibujó en mi frente y se decidió a resolverla – los tambos eran posadas, como hoteles para los “arrieros” (5) donde estos llegaban de varias partes del país para descansar o comerciar, el patio grande tenía la finalidad de recibir al ganado que traían, mientras que los cuartones servían para guardar cueros, lana y granos, entre otras cosas.

Este tambo fue uno de los más importantes, ya que era el más antiguo, además de ser el más caro, por el solo hecho de estar al otro lado del río, donde vivían los Ccalas (6), pero como ves ahora está muy abandonado, por ahora solo nos queda evitar que la historia que se vivió en esta mole no desaparezca ni se debilite como ocurre con cada tabla del piso, sino que permanezca en pie y firme como cada sillar que sobrevivió más de cuatro terremotos en los últimos siglos.

A mi amada tierra y a la memoria de Rubén Aguilar Peláez (1924 – 1998)

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El Tambo de Ruelas

El Tambo de Ruelas fue edificado en la calle Beaterio del distrito de Yanahuara, precisamente donde se inicia la calle La Recoleta, actualmente fue restaurado solo en la fachada, y se encuentra bajo el poder de René Leyva, quien desea que el tambo sea restaurado y convertido en un museo que represente el alto valor de los Tambos en la época colonial.

Por ahora, el tambo alberga aproximadamente a 5 familias de escasos recursos económicos, dándole algo de vida al histórico monumento.

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La casa de Silvia

La casona donde vivió María de los Santos Corrales, conocida como la Silvia de Melgar, está ubicada en la calle Beaterio, a una cuadra del puente Bolognesi en el lado de Yanahuara, precisamente donde inicia la avenida Zamácola, desde hace aproximadamente 5 años fue convertida en una institución educativa particular, haciéndose varias modificaciones en el predio para adaptarlo a los requerimientos del plantel.

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Glosario

(1)Roto: chileno.

(2)Chimba: lado norte de la ciudad.

(3)Chimbar: cruzar el rio o acequia.

(4) Cacha: honda, banda elástica para lanzar piedras.

(5) Arrieros: comerciantes de la época colonial, trasladaban mercadería a lomo de bestia.

(6) Ccalas: denominación de la alta sociedad arequipeña.