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Elaborar un chullo les puede generar una ganancia de hasta U$$ 12. Sin embargo esta cantidad dependerá del modelo, material, pero sobretodo del lugar al que sea exportado. Es así que 60 familias de Callalli se ganan la vida desde febrero, fecha en la que empezaron a elaborar productos con la materia de mayor primacía en su zona, la fibra de alpaca.
El proyecto inició en julio del año pasado. Cinco tejedoras especialistas viajaron de la ciudad hacia Callalli orientadas por el ente ejecutor de la región, Sierra exportadora, para instruir en diferentes técnicas de tejido a los moradores del lugar, teniendo en cuenta que el 80% de su población recibe ingresos por la realización de trabajos con la lana de este auquénido.
Aníbal Vásquez Chicata, Encargado de este programa, explica que para la realización del Maquicentro Callalli, nombre técnico que recibe el proyecto, unieron esfuerzos la comuna de Callalli, Inca Tops y sobretodo las 60 artesanos, quienes recibieron instrucción por dos meses, creando en octubre del 2007 la “Asociación de artesanos y productores de alpaca de Callalli.
Los frutos de este denodado trabajo, dio sus primeros frutos cuando exportaron 300 chullos a Europa, en Julio de este año Austria hizo un pedido de mil 600 unidades y en unas cuantas semanas más exportarán mil a Estados Unidos.
Los chullos son elaborados a máquina y en base a “palitos”, tomando tiempo indistinto para su fabricación, pues se debe tener en cuenta las características del pedido. Lo mismo ocurre con el precio pues depende de la calidad. “El costo varía, los más sencillos pueden costar de U$$ 6, pero llegan a valer hasta U$$ 12 si es que son forrados”, señala Vásquez.Los productores recibirán capacitación y apoyo técnico de estas instituciones por 12 meses más aproximadamente. “Hasta cuando logren sostenibilidad”, aseguró.
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